El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, recordó ayer que hay evidencias de que los responsables de la campaña en contra del avance del programa nuclear pacífico de Irán son Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña.
En sus más recientes reflexiones tituladas Qué diría Einstein, el ex presidente cubano destacó, en ese sentido, el asesinato de científicos nucleares iraníes, así como las denuncias que hizo Teherán contra Washington por atentados terroristas en el país islámico.
Castro hizo referencia a “un largo artículo del conocido periodista Jeffrey Goldberg, publicado en la revista norteamericana The Atlantic, correspondiente a septiembre pasado, titulado El punto tras el que no hay vuelta atrás”.
De allí, el Comandante extrajo una parte del texto en el que destaca que las “operaciones de frustración” encabezadas por servicios de inteligencia de EEUU, Israel, Gran Bretaña y otras naciones, pueden llegar a “desacelerar en alguna medida considerable el avance de Irán”.
Estas operaciones, a juicio de Castro, no son otra cosa que programas destinados a subvertir el esfuerzo nuclear iraní a través del sabotaje y, ocasionalmente, a la desaparición coordinada cuidadosamente de científicos nucleares como ocurrió el año pasado.
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Raúl Castro mueve otra vez sus fichas
El presidente de Cuba, Raúl Castro, movió de nuevo las fichas de su gobierno para garantizar la marcha de sus reformas económicas.
Así, Castro dejó al histórico comandante Ramiro Valdés como supervisor de los estratégicos sectores de la industria petrolera y minera, construcción y comunicaciones.
Valdés, de 78 años y también vicepresidente, fue “liberado” por Castro de la responsabilidad como ministro de Informática y Comunicaciones para que se concentre en supervisar este ministerio, y los de la Industria Básica y la Construcción, según una nota oficial publicada ayer.
Como parte de los nuevos cambios, Castro destituyó al ministro de la Construcción, Fidel Figueroa, por “errores cometidos” y lo reemplazó por el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, René Mesa.
Desde que asumió el mando, Castro suma una treintena de cambios en el gobierno. Destituyó al vicepresidente Carlos Lage y al canciller Felipe Pérez Roque, acusados de tener “ambiciones de poder”.
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